El 23 de abril se cumplieron 20 años desde que se puso en vigencia la primera ley que dispuso la Mediación Prejudicial Obligatoria en la Justicia Nacional en lo Civil, en lo Comercial y en la Justicia Federal en lo Civil y Comercial (24573).
Los estudios realizados para medir el impacto que produce en el sistema judicial este mecanismo alternativo de resolución de disputas, dan cuenta de su efectividad en la disminución de la litigiosidad judicial y en la ampliación del acceso a justicia. Baste recordar, en este aniversario de la que fue una de las más grandes y eficaces reformas procesales, que del 100% de los casos tratados en mediación, sólo reingresa al sistema el 34,71% o sea que el 65,29% no se convierte en juicios.
Con el impulso de la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Ju.Fe.Jus), este movimiento se ha expandido en todo el país.
Los Centros de Mediación realizan una actividad incansable y productiva. Hoy en día, pese a diferencias reglamentarias y tecnológicas, se llevan a cabo e-mediaciones, por medio de video conferencias y en forma intra e inter jurisdiccional. Las distancias ya no son una barrera para lograr un acuerdo.
Sigue habiendo asignaturas pendientes, pero el espíritu humanitario de mujeres y hombres que hacen de la Mediación un verdadero medio alternativo de acceso a justicia, no dejará de innovar y sorprender con su ingenio para sortear las dificultades y dar un mejor servicio a la sociedad.
La CSJN, a través de su Comisión de Acceso a Justicia, difunde todas las novedades nacionales y latinoamericanas sobre la resolución alternativa de disputas. Su objetivo es “promover e incentivar el acceso a justicia a través de métodos alternativos de resolución de controversias, disminuir la litigiosidad judicial y optimizar el servicio de Justicia que se brinda a los ciudadanos en todo el territorio argentino”.
Si volviéramos la mirada a aquel 23 de abril de 1996, nos daríamos cuenta de lo mucho que hemos avanzado. Si miramos a nuestro alrededor, necesitamos seguir trabajando por la paz
acercándonos a la gente y ayudando a los grupos vulnerables a tener acceso a justicia, que es un derecho del ser humano.
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