“La mediación en casos de intimidación o acoso escolar no es recomendable”, afirmó el doctor Eddy Vásquez Espinoza, responsable del departamento de capacitación de la Dirección de Resolución Alterna de Conflictos (DIRAC), en el II Congreso Nicaragüense de Métodos de Resolución Alterna de Conflictos.
“El uso de mediación para abordar el acoso puede transmitir un mensaje erróneo, ya que se corre el riesgo de que la víctima entienda que ambos (agresor y víctima), tienen parte de razón y parte de culpa, y los dos tienen que trabajar para solucionar el conflicto, dijo el doctor Eddy Vásquez Espinoza.
“La intimidación y el acoso no es un conflicto, es una forma de victimización. Al igual que los menores que sufren abuso infantil o violencia doméstica, los niños y las niñas que son intimidados o acosados, son victimizados”, expresó el doctor Vásquez Espinoza al abordar el tema “La Mediación Escolar: un reto en Nicaragua”.
El uso de mediación para abordar el acoso puede transmitir un mensaje erróneo, ya que se corre el riesgo de que la víctima entienda que ambos (agresor y víctima), tienen parte de razón y parte de culpa, y los dos tienen que trabajar para solucionar el conflicto, sostuvo el funcionario de la DIRAC.
El mensaje que tiene que recibir la víctima es que no merece ser intimidado y que se hará todo lo posible para detener al agresor, acotó el doctor Vásquez Espinoza.
Los participantes mostraron interés en el proyecto de Mediación Escolar que lleva a cabo la Dirección de Resolución Alterna de Conflicto (DIRAC), en 8 centros educativos de Managua donde capacitan a profesores y alumnos sobre la importancia de la mediación para solucionar los conflictos escolares. “Al agresor se le debe de trasmitir que su comportamiento es intolerable y debe de interrumpirlo”, especificó.
“La mediación puede resultar muy molesta para la víctima de acoso. El tener que enfrentarse con su agresor puede hacerle sentir peor”, reiteró el funcionario de la DIRAC.
Es por eso, dijo, que desde la Dirección de Resolución Alterna de Conflictos (DIRAC), se están realizando acciones muy positivas tendientes a disminuir los índices de conflictos y violencia en las escuelas, los hogares y la comunidad de los involucrados en el proyecto de mediación escolar.
“Fenómenos como el acoso escolar no se deben mediar. Si se pueden disminuir los índices de conflictividad y violencia a través de la mediación en los casos donde es posible su uso”, aseveró.
Mencionó que la violencia en los centros educativos es un fenómeno alarmante que se ha ido apoderando de estos importantes espacios.
“Hoy este fenómeno es universalmente conocido como bullying, concepto que refiere a distintas situaciones de intimidación, acoso, abuso, hostigamiento y victimización que ocurren reiteradamente entre escolares”, precisó.
Ser víctima de bullying o acoso afecta negativamente al rendimiento de los estudiantes de primaria, como también lo afecta el saber o haber presenciado el bullying en otros compañeros o compañeras, dijo el doctor Vásquez Espinoza.
Ese fenómeno no es un hecho nuevo ni propio de ciertas escuelas o países, aseguró el expositor.
La DIRAC desde su experiencia en el proyecto de Mediación Escolar en distintos centros educativos de Managua, plantea como desafíos la necesidad de incorporar desde la Ley de Educación el tema de la Mediación Escolar como forma idónea de resolver los conflictos escolares.
De igual manera, dijo el doctor Vásquez Espinoza, plantea la necesidad de incorporar en la currícula de todos los centros educativos del país el tema de la Mediación Escolar; abrir Salas de Mediación Escolar en los centros escolares que ya han sido capacitados por DIRAC y ampliar la Mediación Escolar a nivel de todos los colegios de Managua y en un segundo momento a nivel nacional.
“El cambio al manejo pacífico de los conflictos es una tarea de cada de persona, de nosotros depende. El reto está planteado, solo hace falta que cada uno de nosotros asuma el compromiso de cambiar las cosas para mejor, asumiendo nuestro compromiso por una cultura de paz”, finalizó el doctor Eddy Vásquez Espinoza.
Escrito por Edgar Solórzano
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